Para dormir, y por ser discreto, elegimos el parking a 200 metros de la entrada, donde hay una docena de ac's y furgos. En el pueblo también hay gente durmiendo, creemos que aquí se está muy bien. Hay un camping a 1km antes de llegar, no sabemos que tal estará.
Cierto es que hemos vuelto a ver el horizonte y el cielo vuelve a ser azul, por no jurar que estamos bajo un manto de estrellas que no recuerdo haber visto en años. Cuando nos animemos a fotografiar las constelaciones, ya sabemos donde está el escenario perfecto.
Con un poquito de desahogo, pondremos alguna foto, a la vez que preparamos el viaje de Normandía y París (es lo que tiene el iPhone, que hacerlo online se pierde un poquito de amor en las fotos). Quizá volvamos a un netbook, bajo riesgo de intoxicación electrónica en demasía o peor aún: la tentación de adelantar trabajo...
La ruta que hemos elegido a sido la circular hasta Ainsa, algo dura al principio y al final. La verdad es que es impresionante los parajes, siempre bajo la vigilancia de buitres leonados y quebrantahuesos. ¡Fantástico!
Luego a la furgo y al pueblo a merendar...
El domingo hicimos las pasarelas, un poquito cortas, pero interesantes. Mucha gente, grupos en autobús se escuchaban a lo lejos, por el retumbe de la cueva (no recuerdo el nombre). En total un par de horas bajando y subiendo, muy agradable.
Volvemos a la furgo a comer, siguiendo en compañía de otras furgos y ac's. Este es un gran sitio para montañear, ir de restaurantes o sólo a contemplar el vuelo de los quebrantahuesos.
Ubicación:Calle de A. Radiquero,Alquézar,España
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