sábado, 15 de febrero de 2014

Port del Compte


La estación de esquí de Port del Comte está cerca de Barcelona, así que con ánimo y abrigo, alquilamos unas raquetas para darnos un paseo. Subimos a la cima del Pedró de les Quatre Batlles, con una temperatura ideal, aunque con viento fuerte en la cima, más una niebla densa que impedía ver a unos 20 metros. Es curioso cómo entre extraños nos agrupamos cuando hay riesgo, ya que ascendimos entre la niebla con otra gente que también iba a la cima. En la bajada, al despejar, si te he visto, no me acuerdo. Menos mal que el GPS funciona cuando los ojos no. Por si acaso, un vistazo a la pantalla para asegurar que el 'guía' iba bien, al menos algo se veían los hitos. Al bajar, bocata glorioso en la cafetería Estivella, un lujo a 2249 metros de altitud. La semana pasada estuve aquí mismo en otra raquetada, aunque con -15 de sensación térmica. El café (2€) es sólo superado por la chimenea y la butifarrada que te haces allí mismo. ¡Qué hambre!
Bajamos y devolvemos las raquetas (6€), y ale, a merendar! que hemos de reponer colesteroles.
Para dormir, en el mismo parking de la estación es un buen sitio, aunque a partir de las 9 de la mañana se llena, sobre todo si se espera buen tiempo como hoy.


Amanece con 2 dedos de nieve y aumentando...¡bajando que da pereza las cadenas!